Sebastian y Peluso ...

En la parada frente a Villa Crisol, estaban dos jóvenes con tranquilidad y en espera observando el horizonte, el clima atribuía a un ambiente melancólico, la brisa por momentos hacía ulular los árboles y plantas de compañía, a pesar de eso, ellos con su vestimenta era vital de la resistencia contra el color gris, los colores deslumbrantes ante el panorama.

Viajeros de la vida, comparten la cura del alma en los camiones que viajan de norte a sur, de este a oeste y viceversa, en el mundo tan ajetreado, donde su arte es un don que repara el alma de los fracasos y sinsabores. Sus itinerarios han sido desde Nayarit, Guadalajara, Distrito Federal, Puebla, Veracruz y Chiapas en estos días.

Sebastian y Peluso son viajeros de carga ligera, con sus respectivos trajes, una mamila con el dólar de la suerte, un lápiz de un gigante, la nariz roja, risas en sus bolsillos, pelucas formidables y zapatos al tamaño de sus sueños con los cuales aman a las nubes, a la maravillosas nubes que pasan allá abajo...

Es su arte urbano que comenzó en una convención de payasos, donde se conocieron y a partir de ahí construyen el destino a través de los viajes y caminos. Siguen en busca del camino secreto entre la luz de luna y el millón de millas.

Durante el viaje algunos pasajeros, surgió el asombro y en su rostro se lleno de alegría durante algunos momentos. Sebastian y Peluso mencionaron a las personas que ellos ¡No vivimos en la calle! , ¡Sino van por la Calle en busca de caminos de compartir su felicidad a los demás!, Sebastian originario de Veracruz y Peluso de Chiapas, para quien los conozcan el tiempo cobra una dimensión diferente y cada momento se convierte en una experiencia irrepetible.