Perspectivas de una misma Imagen
La meditación del
tiempo es la tarea preliminar de toda metafísica
Gaston Bachelard
I La espera
Un, dos, tres…El tiempo es un río
hecho de acontecimientos según Marco Aurelio, por lo cual empezamos desde sentirnos observadores del personaje sea un
pronombre tú, yo, él, ustedes o nosotros es tu elección. Ubicado en el parque donde
se juega fútbol ya sea desde afuera o adentro según la arista donde nos
coloquemos. A nuestros cuerpomente llegan las preguntas ¿Existe el tiempo?
¿Somos conscientes de su paso lento pero inexorable? ¿Qué y cómo es el tiempo? ¿Es
posible pensarlo o vivirlo? ¿Podremos algún día viajar en el tiempo? Y han de
resonado en la mayoría de la humanidad tan añejadas preguntas y las respuestas
desde tratados y acontecimientos históricos se han convertido en pasado, ¿dónde
se guarda el pasado individual?, ¿cómo se convierte el presente de las palabras
o vivencias en un pasado remoto?, la lanza del futuro se ve ilegible o
visionaria, quiénes podemos asegurar el mañana en un mundo lleno de
posibilidades infinitas.
II Kairós
“Aquel
día y de la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en el cielo, ni el
Hijo, sino el Padre” (Mr. 13:32), la humanidad ha caminado por diferentes
caminos para descubrir lo inescrutable en un tiempo divino, durante el trayecto
la razón ha dejado marcas escritas con rojo escarlata y ha teñido los mares de
ese color. De momento hay un destello azul en el camino donde se vuelve a unir
las fuerzas integradoras para el recorrido con una nueva conciencia más
armónica. Las luces resplandecen con intensidad para señalar la intuición en su
camino con el corazón, órgano elemental que se le adjudica la fuerza sutil y
transformadora en el humano, donde diástole y sístole se une con la sincronía del
nacimiento de las supernovas: el amor.
III Añoranzas
Cuatro,
cinco y seis… La fuerza se levanta para rememorar los parques llenos de risas,
brincos, llantos, correteadas, gritos, cantos y fantasías; el cielo azul guarda
en los espejos andantes de la memoria lunar esas existencias pasadas, presentes
y las que añoramos se sigan por las generaciones humanas, donde la felicidad se
transpira por los aires, con camisetas mojadas ya sea de sudor o empapadas en
tardes lluviosas, tardes acaloradas, noches de luna llenas o lunas nuevas,
donde se han suscitado las derrotas o victorias entre un margen ilusorio de
competencia que al finalizar se convierte en un campo de celebración para los
dos combatientes y para escuchar el destapar las bebidas refrescantes dignas de
la noche y día.
IV Eternidad
Esas
tres formas o modalidades del tiempo en el cual, los relojes han marcado estos
días: pasado, presente y futuro, podríamos invitarlos a columpiarlos para ver
nuestras reflexiones acerca de estos tres tiempos o si el lenguaje con su
filosofía se queda limitada a nuestra propia experiencia del tiempo en los
instantes.
V Anhelo
Siete,
ocho y nueve… El mayor anhelo para Hölderling era cumplir lo que de niños
prometimos, cuantos de nosotros en un parque, campo, ciudad, llano, montaña,
calle, río, bosque o pradera en la etapa de niños hicimos una promesa al
tiempo, saber estar aquí y ahora, como tener presente que seremos un pasado
histórico para el cielo y el mar, es vivir o recordar esas fuerzas que nos
alientan cada día y cada anochecer, bailar en la sintonía de nuestro ser para ver
la gran belleza del tiempo más allá de esas tres formas o la posibilidad de
convertirlas en una eternidad, hasta aquí este recorrido circular, para
culminar como la fotografía que observas con corazón, te compartimos un
detalle:
“Me
juzgan loco, porque no vendo mis días por oro
Y yo
juzgo a locos a quienes piensan que mis días tienen precio”
Gibrán
Jalil Gibrán
Texto y fotografías: Eduardo Robles Juárez, Jorge Mancilla y Alonso Vargas.