lunes, 22 de agosto de 2016

Perspectivas de una misma Imagen

Perspectivas de una misma Imagen


La meditación del tiempo es la tarea preliminar de toda metafísica
Gaston Bachelard







I La espera
Un, dos, tres…El tiempo es un río hecho de acontecimientos según Marco Aurelio, por lo cual empezamos desde  sentirnos observadores del personaje sea un pronombre tú, yo, él, ustedes o nosotros es tu elección. Ubicado en el parque donde se juega fútbol ya sea desde afuera o adentro según la arista donde nos coloquemos. A nuestros cuerpomente llegan las preguntas ¿Existe el tiempo? ¿Somos conscientes de su paso lento pero inexorable? ¿Qué y cómo es el tiempo? ¿Es posible pensarlo o vivirlo? ¿Podremos algún día viajar en el tiempo? Y han de resonado en la mayoría de la humanidad tan añejadas preguntas y las respuestas desde tratados y acontecimientos históricos se han convertido en pasado, ¿dónde se guarda el pasado individual?, ¿cómo se convierte el presente de las palabras o vivencias en un pasado remoto?, la lanza del futuro se ve ilegible o visionaria, quiénes podemos asegurar el mañana en un mundo lleno de posibilidades infinitas.



II Kairós
                “Aquel día y de la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre” (Mr. 13:32), la humanidad ha caminado por diferentes caminos para descubrir lo inescrutable en un tiempo divino, durante el trayecto la razón ha dejado marcas escritas con rojo escarlata y ha teñido los mares de ese color. De momento hay un destello azul en el camino donde se vuelve a unir las fuerzas integradoras para el recorrido con una nueva conciencia más armónica. Las luces resplandecen con intensidad para señalar la intuición en su camino con el corazón, órgano elemental que se le adjudica la fuerza sutil y transformadora en el humano, donde  diástole y sístole se une con la sincronía del nacimiento de las supernovas: el amor.



III Añoranzas
                Cuatro, cinco y seis… La fuerza se levanta para rememorar los parques llenos de risas, brincos, llantos, correteadas, gritos, cantos y fantasías; el cielo azul guarda en los espejos andantes de la memoria lunar esas existencias pasadas, presentes y las que añoramos se sigan por las generaciones humanas, donde la felicidad se transpira por los aires, con camisetas mojadas ya sea de sudor o empapadas en tardes lluviosas, tardes acaloradas, noches de luna llenas o lunas nuevas, donde se han suscitado las derrotas o victorias entre un margen ilusorio de competencia que al finalizar se convierte en un campo de celebración para los dos combatientes y para escuchar el destapar las bebidas refrescantes dignas de la noche y día.  


IV Eternidad
                Esas tres formas o modalidades del tiempo en el cual, los relojes han marcado estos días: pasado, presente y futuro, podríamos invitarlos a columpiarlos para ver nuestras reflexiones acerca de estos tres tiempos o si el lenguaje con su filosofía se queda limitada a nuestra propia experiencia del tiempo en los instantes.



V Anhelo
                Siete, ocho y nueve… El mayor anhelo para Hölderling era cumplir lo que de niños prometimos, cuantos de nosotros en un parque, campo, ciudad, llano, montaña, calle, río, bosque o pradera en la etapa de niños hicimos una promesa al tiempo, saber estar aquí y ahora, como tener presente que seremos un pasado histórico para el cielo y el mar, es vivir o recordar esas fuerzas que nos alientan cada día y cada anochecer, bailar en la sintonía de nuestro ser para ver la gran belleza del tiempo más allá de esas tres formas o la posibilidad de convertirlas en una eternidad, hasta aquí este recorrido circular, para culminar como la fotografía que observas con corazón, te compartimos un detalle:

Me juzgan loco, porque no vendo mis días por oro
Y yo juzgo a locos a quienes piensan que mis días tienen precio”
Gibrán Jalil Gibrán


               
Texto y fotografías: Eduardo Robles Juárez, Jorge Mancilla y Alonso Vargas.

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