Está rodeado de 12 pueblecitos que se llaman como los 12 apóstoles (Santiago de Atitlan, San Pedro La Laguna, etc.)
Y sobre ellos tres volcanes custodian todo el lago: Volcán de Santiago, Volcán San Lucas Tolimán y de San Pedro.
El Lago está situado a dos horas de Ciudad de Guatemala, aunque en autobús se multiplica por bastante el trayecto. Además para llegar al lago hay que atravesar un terreno bastante montañoso con lo que el trayecto es más lento todavía. Pero desde luego merece la pena por el paisaje tan maravilloso que hay.
Al llegar al lago, el primer pueblo que encuentras es Panajachel. El punto en donde todos los viajeros que van a ver esa zona se hospedan. Aunque hay otros pueblos donde también se puede encontrar alojamiento, como por ejemplo Santiago, y por comentarios de otros viajeros es preferible hospedarse ya que es menos turístico.
Panajachel también es el punto de donde se puede hacer una excursión de un día para visitar el Mercado de Chichicastenango, el mercado más famoso de Guatemala.
Panajachel no es nada bonito como pueblo, pero tiene ambientillo, cafeterías, un mercadito para comprar artesanías, ropa, etc. Cafeterías, puestos callejeros para comer lo que quieras, bares, ....
Eso sí te asomas al borde del lago y alucinas a colorines con esa maravilla. Sobre todo al amanecer y atardecer es bellísimo.
Se puede coger un barco en el embarcadero y hacer una visita a los pueblos de alrededor. El barco te va dejando y recogiendo en los diferentes pueblos.
Los niños están esperando en el embarcadero para llevarte a los sitios interesantes de la isla o simplemente para venderte artesanías o cosas hechas por sus familias.
Tengo que decir que Guatemala es muy, muy barato. Y hay cosas preciosísimas para comprar. Los niños te venden baratijas por precios ridículos y a mi me encantaba comprarles cosas.
En esta zona de Guatemala la gente va vestida con sus trajes tradicionales, lo que es muy bonito de ver. Además depende de la ciudad, región, zona el traje típico varía en colores. Por ejemplo, en Santiago de Atitlán los hombres van vestidos con un pantalón blanco hasta la rodilla de rayas lila, sombrero y camisa de manga larga. Las mujeres utilizan el Huipil blanco, que es como una camisa, con dibujos geométricos y luego como una gran faja roja que les rodea la cintura. En la cabeza llevan un tocado. Todo el mundo va así, mujeres, niños y hombres.
Una de las cosas más curiosas que hacer es visitar en Santiago de Atitlán, el Maximón. El Maximón es un dios pagano de los indígenas de Atitlán. Es una especie de muñeco grotesco con un puro muy grande en la boca. Cada año los habitantes del pueblo de Santiago se turnan para tenerlo en su casa. Al que le toca ese año es un honor muy grande tenerlo en casa. Cada día muchos visitantes van a ofrecerle toda clase de artículos para que Maximón les dé lo que piden. Velas, incienso, dinero y latas de coca-cola (sí, como lo oís las latas de cocacola las valoran mucho). Cuando llegas al embarcadero los niños te están esperando para acompañarte a la casa dónde esté Maximón ese año (ellos lo saben, tú no) y por un poquito de dinero para ellos y otro para ofrendar a Maximón, puedes verlo por unos minutitos.
Visita los otros pueblitos si puedes pero lo mejor que hacer en Atitlán es observar y observar el lago. A todas horas del día, de la noche, es un lugar maravilloso de verdad. No me extraña que lo llamen el Lago más bonito del mundo, lo es realmente y además mágico.
Proporcionado por Arantza en el blog de http://atitlan-guatemala.blogspot.com.es/
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